Miguel Milá: pionero y clásico del diseño

"CONSEGUIR LA SIMPLICIDAD ES COMPLEJO"

 

 

Cuando en este país nadie sabía qué era ser diseñador, a pesar de que, como ahora ya todos sabemos, cualquier objeto está diseñado (con o sin firma detrás), Miguel Milá ya lo era, es decir, intentaba hacer que los objetos de uso cotidiano nos hicieran la vida más fácil y más feliz, que son las bases de toda innovación.

Innovar es poner en marcha una cadena imaginativa y productiva: imaginar nuevas formas y nuevos usos y hacer posible, a través de la artesanía y la industria, que eso llegue a buen puerto, eligiendo los materiales y las técnicas adecuadas. Él lo hizo desde el principio, por eso es un maestro.

 

 

Milá, a sus más de noventa años, lleva décadas sorprendiéndonos – sin necesidad de hacer aspavientos – con piezas que nacieron predestinadas a ser icónicas, como las  lámparas Cesta (1962) y TMC (1961) que produce Santa & Cole, y con obras recientes, como el Càntir 2019 que edita Museu del Càntir, un prodigio de modernidad asentada en los grandes valores funcionales de este humilde objeto; o el más elegante espantamoscas que nunca hubiéramos podido soñar, que realiza artesanalmente Isist Atelier. Cualquier objeto útil al que Milá aplique su oficio se convierte en pura belleza sin perder ni un ápice de su función, siempre mejorándola.

 

 

La trayectoria profesional de Miguel Milá es, probablemente, una de las más coherentes de todos los diseñadores españoles, cada pieza es un paso adelante, pero sin olvidar nunca lo que ha aprendido por el camino. Su método de trabajo, como él mismo cuenta, consiste en “tener una idea e ir quitando lo que sobre”, por eso sus objetos son una encantadora compañía que no molesta ni hace ruido, que tiene una irresistible elegancia natural: no nos cansamos de mirarlos ni de interactuar con ellos, ni de pensar lo afortunados que somos al poseerlos. Cualquiera que desee una lámpara, una silla o cualquier pieza de Miguel Milá sabe perfectamente lo que queremos decir.   

 

Texto: Àngels Manzano | Foto M. Milá: Maria Espeus